Quizás no me creas, pero existe un lugar en Asturias habitado por duendes que, temerosos y escurridizos, corren a esconderse de los humanos bajo un manto de robles, castaños, tejos y helechos.
Y donde animales negros, de andar perezoso y vegetarianos a ultranza, les dan algún que otro susto. Aunque, bien saben ellos, que no corren peligro.
Sí, este lugar encantado es Taramundi. Aquí descubrirás que alejarse del ruido y saber perderse por rutas de agua, molinos y ferreiros despejarán tu mente y alimentarán tu espíritu.
Tu guarida, en esta ocasión, está en La Rectoral. Un lugar que cuenta con unas vistas privilegiadas pero al que los años, como a ti, han ido dejando su huella.
Allí abajo, Os Teixois te descubrirá una forma de vida ya perdida, donde sus gentes supieron domesticar el agua en beneficio propio creando una industria, en miniatura, férrica y textil. Presa, batán, fragua...
Desde este enclave, un sendero te llevará entre alisos hasta el pueblo de Las Mestas, Santa Marina, A Casoa y Almallos para finalizar en el mismo punto donde comenzaste, cerrando así un viaje circular.
Construcciones de pizarra celosas de su intimidad irán saliendo a tu encuentro,
a través de caminos sombríos y silenciosos donde, únicamente, escucharas tus pasos.
Un último consejo. No esperes más para disfrutar de este paisaje de cuento.
Tu guarida, en esta ocasión, está en La Rectoral. Un lugar que cuenta con unas vistas privilegiadas pero al que los años, como a ti, han ido dejando su huella.
Allí abajo, Os Teixois te descubrirá una forma de vida ya perdida, donde sus gentes supieron domesticar el agua en beneficio propio creando una industria, en miniatura, férrica y textil. Presa, batán, fragua...
Desde este enclave, un sendero te llevará entre alisos hasta el pueblo de Las Mestas, Santa Marina, A Casoa y Almallos para finalizar en el mismo punto donde comenzaste, cerrando así un viaje circular.
Construcciones de pizarra celosas de su intimidad irán saliendo a tu encuentro,
a través de caminos sombríos y silenciosos donde, únicamente, escucharas tus pasos.
Un último consejo. No esperes más para disfrutar de este paisaje de cuento.
Precioso Taramundi. Gracias por ponerlo
ResponderEliminarPrecioso Taramundi. Gracias por ponerlo
ResponderEliminarDe nada María. Gracias a ti por leerme.
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