Por Castro Pretorio, Sallustiano, Ludovisi y Campo Marzio.


¡Buenas tardes!


Acabo de bajarme de un tren de cercanías procedente de Lanuvio, un pueblecito de los que conforman los denominados Castelli Romani, y me encuentro en la transitadísima stazione Termini, rodeada de gente por todas partes. Estoy comenzando a ¡¡¡agobiarme!!!, con lo cual, lo mejor que puedo hacer es salir a la calle ipso facto.

Y dicho y hecho.

Plantada en la enorme Piazza dei Cinquecento, justo la que está delante de la estación, me paro un momento a pensar qué recorrido voy a hacer, teniendo en cuenta que todavía es muy temprano para volver a casa y... ¡ ya lo tengo!. Voy a ir desde aquí hasta Vía Margutta para lo cual, voy a atravesar en mi trayectoria cuatro rioni: Castro Pretorio, Sallustiano, Ludovisi  y Campo Marzio.

Por la calle ancha que se encuentra frente a mí, me dirijo hacia la Piazza della Repubblica y decido entrar en lo que fueran las termas más grandes de todo el imperio romano, las de Diocleciano. Bueno, siendo rigurosa con mis palabras no entro en ellas, sino en la actual Basílica de Santa Maria degli Angeli alle Terme, que ocupa lo que fuera el frigidarium de las termas y que, para mi sorpresa, fue obra de Miguel Angel. Pero poco queda de lo hecho por él.

De nuevo a la luz vespertina, sigo mi camino y unos cuanto pasos más adelante me encuentro con la Fontana dell´Acqua Felice. El nombre lo toma de un papa que se llamaba así, Felice. Ya me imaginaba yo que no era porque el agua se sintiera feliz, algo  del todo imposible, teniendo en cuenta la horripilante imagen del Moisés que, tratando de emular a la de Buonarroti, la arropa.


 fotopedia.com

Alejándome de su dedo acusatorio y con solo cruzar la Via XX Settembre, dejo el primero de los rioni y entro en el segundo, Sallustiano. En el esquinazo de la vía anterior con Largo Santa Susanna -vamos, al ladito de la fuente descrita- me encuentro con la Iglesia de Santa Maria della Vittoria y, sin dudarlo, traspaso la puerta para contemplar una vez más el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini. Si quieres extasiarte tú también...ya sabes, entra.

No demasiado lejos de aquí se hayan las ruinas de lo que fueran los Huertos Salustianos (Horti Sallustiani) que dan nombre a este barrio. Pero yo no me voy a acercar, pues me desvío de la ruta trazada y además...¿no es mejor dejarse cosas sin ver y así tener la excusa perfecta para volver?

Sigo mi camino por la Vía Leonida Bissolati y llego hasta Vía Veneto, calle que ya pertenece al tercero de los barrios, Ludivisi

Desciendo un poco por esta vía para entrar en la Cripta dei Cappuccini. Lo que te vas a encontrar aquí es algo fuera de lo normal. Con los huesos de unos cuantos miles de frailes se decoraron estas estancias y, digo decorar, en el sentido más estricto de la palabra. Lámparas óseas, calaveras aladas como si fueran "putti", relojes, hornacinas y unos cuantos cuerpos momificados te dan la bienvenida y te recuerdan, por si te quedaba alguna duda, que "aquello que vosotros sois, nosotros éramos, aquello que nosotros somos, vosotros seréis". Simpático recibimiento ¿no?. Por cierto, se encuentra en los bajos de la Iglesia de Santa Maria della Concezione y no te pongo fotos porque no permiten fotografiarla y porque así será más impactante tu visita.

Me marcho de aquí todavía alucinada y comienzo a subir por esta calle que se hizo famosa gracias a haber sido protagonista en varias películas durante los 50 y 60 como en "El conde Max" con Sordi y De Sica, "Las noches de Cabiria" con Giulietta Masina o en la famosa "La Dolce vita" con un joven Mastroianni y una exuberante Anita Ekberg. De hecho, el ayuntamiento de Roma hace gala de ello colocando carteles como éste, situado en la esquina de Vittorio Veneto con Via Sicilia.


Justo encima de este cartel se encuentra uno los múltiples tondos de Vírgenes con Niño que, por toda Roma, pueden verse en las esquinas de multitud de edificios. Su significado no lo sé, pero la verdad es que resultan de lo más decorativo.



Esta calle, actualmente, poco tiene que ver con la imagen bulliciosa y mundana que se retrataba en la última de las películas anteriormente citadas. Algunos locales de entonces siguen abiertos, como el Harry´s Bar, punto de encuentro de actores y actrices de aquella época pero, me da en la nariz que, actualmente, es más bien un lugar para turistas adinerados que tratan de rememorar tiempos pasados. ¡Ah, una cosa!, la única semejanza con el Harry´s Bar de Venecia está en el nombre.

Ya he llegado a Porta Pinciana, una de las puertas que forman parte de "le Mure Aureliane" y haciendo un inciso te diré que éstas te sonaran bastante pues la tarifa de los taxis, desde los aeropuertos, se rige dependiendo si vas dentro de "le Mure" o fuera de ellas. Una vez dicho esto, traspasándola podría acercarme a los Jardines de Villa Borghese, pero eso lo dejo para otro día, hoy ya sabes que voy en otra dirección.

Bajo por Via di Porta Pinciana hasta llegar a Via Francesco Crespi. En esta calle, además de encontrar tiendas enfocadas en gran medida al turismo, puedes llevarte gratas sorpresas con edificios tan fantásticos como éste, que juega con mi percepción a través su precioso trampantojo.



Un poco más adelante tuerzo a mi derecha por Via Sistina y entro en el último de los rioni, Campo Marzio.

Entrando por esta calle me flanquean palacios como el Zuccari y hoteles de lujo como el Hassler, un 5 estrellas que hace esquina con la plaza donde se encuentra la iglesia de Trinitá dei Monti, sí, la tantas veces retratada desde la escalinata de la Piazza di Spagna. Pero ahora no voy a bajar por ella, como hizo Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma, sino que voy a seguir de frente por el Viale Trinitá dei Monti

Te recomiendo pasear por aquí, otro de los lugares desde los que las vistas sobre esta ciudad te dejaran sin palabras. 


Ahora entiendo por qué, Ferdinando de Medici, le compró a su anterior propietario el terrenito y se hizo construir en él la primera de las residencias que esta familia tendría en Roma, Villa Medici.



Siguiendo por este Viale, a mi derecha me encuentro con la Casina Valadier, un lugar en el que se está en la gloria y que se encuentra dentro de los jardines del Pincio, espacio desde el que podrás ver unas maravillosas puestas de sol.

Continuo bajando, tomando Viale Gabriele D´Annunzio, hasta llegar a la Piazza del Popolo y por supuesto, no puedo pasar de largo sin entrar en la Basílica de Santa María del Popolo, para rendirme ante dos obras de uno de mis pintores favoritos, Caravaggio. 



Cumplido el capricho, pongo rumbo a una de las zonas donde proliferan las tiendas de grandes firmas y los hotelazos, como el famosísimo Hotel de Russie, al que me asomé para ver su magnífico jardín interior.


Recorro la Via del Babuino y tuerzo a la izquierda por Via Alibert. Doy unos cuantos pasos más y ...!!!he llegado a mi destino, Via Margutta!!!

La primera vez que oí su nombre fue en boca de Gregory Peck, concretamente en la escena en la que le indica al taxista que les lleve al número 51 de esta calle. Sí, la frase la pronuncia en la película que más ha contribuido a promocionar esta ciudad, Vacaciones en Roma.

No puedo explicarte muy bien su encanto. Puede que se deba a que es tranquila, en oposición a Babuino. Calle peatonal, donde las tiendas de anticuarios, galerías de arte, estudios de pintura, restaurantes y pequeños hoteles se suceden a ambos lados, a los pies de unas casas embellecidas por una vegetación que las viste de fiesta.



Me voy de ella en dirección a la Piazza di Spagna, pero antes te dejo un apunte gastronómico. En el número 82 encontrarás la Ostería Margutta, donde comí y cené en anteriores visitas. Solo puedo decirte que guardo de ella un estupendo recuerdo.

Ahora sí, ya estoy en la Piazza y como Audrey, me siento con un helado entre las manos viendo pasar el tiempo.








7 comentarios:

  1. Un consiglio di lettura (se già non lo conosci): "Addio a Roma", di Sandra Petrignani. Un abrazo muy fuerte y que lo pases bien. Luca

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    1. ¡¡¡Tante grazie Luca per il tuo consiglio!!!. Ti assicuro che sará il prossimo da leggere.

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  2. ¡Cómo me ha gustado el recorrido! Parece que me he transportado allí y todo :) ¡Quiero ir a Roma YA!

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    1. Lola, si te ha gustado leyéndolo....imagínate en vivo y en directo!!! una maravilla.

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  3. Si me pones un mapa ya perfect! Me encanta la selección de fotos, en concreto aquellas donde se ven tejados y la de la Via Sicilia... no se porqué, ¿quizá el ángulo?

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  4. Niiico!!! si pinchas sobre los nombres de los distintos rioni conforme vas leyendo te saldrá un enlace donde se ve el recorrido!!! Lo de las fotos es porque Lúa, ya sabes, tiene una mirada diferente jajaja!! :)

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