"Una lasagna particolare"



Como dice el cartel de esta foto ¡¡¡he decidido ponerme a dieta!!! pero...solo he perdido tanto, tanto tiempo, que mejor lo dejo para otra ocasión, no te parece?

Pero antes de entrar en los fogones quiero contarte una cosa. 

Con el título de esta entrada, he querido hacer un guiño a una película de Ettore Scola que me fascinó la primera vez que la vi.

En ella, dos grandes del cine italiano, Marcello Mastroianni y Sophia Loren interpretan a dos personajes en principio contrapuestos: ella, a un ama de casa de ideología fascista; él, a un locutor de radio despedido por ser homosexual. Solos en el mastodóntico bloque de viviendas romano donde habitan, se irán conociendo, enamorando y mostrando su desarraigo interior teniendo, como telón de fondo, la retransmisión radiofónica de los fastos que, esa giornata particolare, se están llevando a cabo en honor a Hitler. Absolutamente recomendable.

Después de esta divagación, es el momento de escribirte la receta de hoy. 

En el comentario que hice sobre mi comida en Alfredo y Ada te decía que había tenido la oportunidad de probar una lasagna de radicchio y gorgonzola que me enamoró y he pensado que, a lo mejor, tú también quieres enamorarte ¿no? 


INGREDIENTES


  • Pasta para lasagna precocida
  • 1 radicchio rosso no muy grande (en castellano achicoria roja)
  • 100 gr de queso gorgonzola 
  • 2 chalotas 
  • Queso parmesano rallado
  • Aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
  • salsa bechamel (leche, harina, sal, mantequilla o aceite de oliva y nuez moscada)

Lo primero que tienes que hacer es limpiar la achicoria, quitándole el troncho central duro y cortarla finita. En una sartén pones un poco de aceite a calentar y añades las chalotas troceadas y la achicoria. Salpimenta y deja que se haga durante unos minutos, hasta que veas que se reblandece un poco.

Mientras, puedes ir haciendo la bechamel. Así, en una cacerola, pon un poco de mantequilla o aceite de oliva (eso va en gustos) y añade la harina para tostarla un poco, pero sólo hasta que adquiera un color doradito claro. Seguidamente, echa la leche y remueve continuamente para evitar que se formen grumos. Añade la sal y la nuez moscada rallada.

Si ves que se ha quedado espesa lo único que tendrás que hacer es ir añadiendo más leche, hasta que consigas una bechamel ligera.

Una vez hecha, reservamos un poco y al resto adjúntale la achicoria, las chalotas y el queso gorgonzola desmenuzado para que se deshaga y lo mezclas todo bien.

En una cazuela con agua salada, a la que añadirás un hilito de aceite, cuece las hojas de lasagna. Sácalas y sécalas sobre un trapo limpio.

En una fuente para horno, pon un poco de la bechamel que habías reservado para, a continuación, ir formando estratos intercalando hojas de lasagna con la rica mezcla, terminando con la última hoja de lasagna. Baña todo con el resto de la bechamel reservada y espolvorea con el queso parmesano rallado para gratinar.

Introdúcela al horno, previamente calentado a una temperatura de 180º y deja que se haga durante 30 o 35 minutos.

Ya la tienes. Solo te queda sentarte a la mesa y disfrutarla pero, como siempre, aquí te dejo una canción para que te acompañe en la cocina. 





Un poco horterilla, pero tiene su gracia.


4 comentarios:

  1. ¡Qué hambre! Otra receta que me apunto.Y la canción me encanta, jajajajajaja, ¡qué buena! Me he puesto a bailotear yo solita....

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  2. Mmmmmmmm... pero qué buenísima tiene que estar..... y cocinándola con esa banda sonora de fondo.... ¡lo mejor!

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    1. Sí, te aseguro que lo está!!! ya sabes, manos a la obra y a disfrutar!!!

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