Cuacos de Yuste y un cementerio alemán.

Horas de letargo, momento de siesta. 


Un silencio onírico envuelve a este pueblo de La Vera donde, hace mucho tiempo ya, un rey, de nombre Carlos, decidió retirarse dejando atrás la mundanidad. En un monasterio recaló, mientras el pueblo, abajo, continuaba su andadura al igual que su hijo bastardo Juan de Austria. Para los lugareños, Jeromín.


Cuacos huele a pimentón, tabaco, setas, robles y ...agua.


Un agua que, regurgitada por grandes gargantas, llega hasta sus pies para bañarlo con el helado fluido de la Sierra de Gredos. Desafiar al frío es una opción y si se logra, podrás bañarte también tú. El Bañaero está ahí, esperando a los valientes.



El silencio continúa, y se hace más intenso conforme te vas acercando a un muro de piedra. Tras él descansan, para la eternidad, ciento ochenta hombres caídos en dos guerras, ilógicas como todas.



Entre sus lápidas, frondosos olivos otorgan sombra a su memoria, trasmitiendo al visitante su alegoría de paz y esperanza.



Pero ahora ya no estás solo. Un rebaño de cabras, en insaciable festín, ponen ritmo a tus pasos con tintineo de esquilas y balidos quejumbrosos. Ajeno a todo, su guardián dormita.



Has llegado a tu refugio. Shiva y Duna salen a tu encuentro, felices de tenerte como huésped. Ellas, son parte de la gran familia que habita un lugar donde olvidarse del mundo. Estás en La Casona de Valfrío, emplazamiento al que Maria José y David se acercaron para dejar atrás Madrid.



Amabilidad y dedicación son sus señas de identidad, administradas sabiamente para hacer de tu estancia un verdadero placer.

Descanso confortable y desayunos reconstituyentes en los que seguro te encontrarás con alguna sorpresa: rebanadas de pan tostado con sobrasada y miel o perrunillas caseras horneadas con afecto.  



Tardes de té, lectura y calma, bajo un porche con vistas a un jardín en el que cada detalle cuenta.



El sol se va y un menú, pensado para cada noche, te estará esperando. Un vino en tu copa con fondos frutales será una buena compañía. Su nombre?  Primavera






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