Escapada a Bomarzo


¡¡¡Hola!!!


Hoy me han entrado unas ganas locas de irme de excursión y eso es lo que he hecho. Sin pensármelo dos veces, he cogido ¨la macchina", un bocadillo y he puesto rumbo hacia Florencia por la A1.

Pero no temas, la excursión no es tan larga. Mi destino está bastante más cerca de Roma, concretamente a menos de 100 km y...¿sabes adónde me dirijo? pues sí, a Bomarzo.

El deseo de conocer este lugar se remonta a los años 80 cuando, en una visita a la Galería de la Academia de Venecia, una de las personas que me acompañaban me dijo que tenía que acercarme a ver una pintura de Lorenzo Lotto, concretamente, el "Retrato de un joven caballero". Al principio no entendía muy bien su insistencia, pero bueno, hacia ella nos dirigimos.


commons.wikimedia.org
Me contó que acababa de leer un libro del escritor argentino Manuel Mujica Láinez que le había impresionado, titulado Bomarzo, y en su cubierta se mostraba este cuadro. Según parece, a falta de una imagen fidedigna de Pier Francesco Orsinipersonaje principal de la novela, el autor se sirvió de este retrato para describirnos, físicamente, al Duque de Bomarzo. 

Su pasión, contándome la trama del relato,  hizo que me picara tanto la curiosidad que, a mi regreso de aquel viaje, me prestó su libro. Recuerdo que lo devoré y el deseo por conocer el bosque fantástico, descrito en sus páginas, se convirtió en casi obsesivo. Pero ¡al fin lo he hecho realidad! y aquí estoy, en la puerta de entrada al Bosque de los Monstruos.


Este espacio fantástico, surgido de la imaginación del Duque, tomó forma gracias a Pirro Ligorio, arquitecto, paisajista y arqueólogo quien, por cierto, también ideó y ejecutó la maravillosa Villa d`Este, otro lugar para perderse.



Recorrer el bosque es como caminar por un mundo onírico, donde lo irreal juega al escondite con el agua y la vegetación en perfecta armonía. Nada está fuera de lugar y todo él me animó a evadirme de la realidad y a entrar en la mente de este curioso hombre del Renacimiento.



Pero mi excursión no acaba aquí. A poca distancia de donde me encuentro, sobre una colina, se alza el pueblo de Bomarzo y hacia él me dirigí. 

Lo primero con lo que me encontré fue con el palacio del Duque. En ese momento, no me apetecía entrar en su morada, sino perderme por las callejuelas de esta pequeña localidad medieval cuyos vecinos, dando cuenta de la comida y quizá también de la siesta, habían dejado vacía y silenciosa para mi mayor disfrute.



Un pueblo de piedra, escaleras desgastadas, musgo y flores en los balcones que me hubiera gustado recorrer con más detenimiento pero, ya era hora de ir pensando en volver.


¿Quién sabe? quizá tenga ocasión de regresar algún día.




5 comentarios:

  1. Tienes que volver y seguir contando cosas, debes entrar en la morada del Duque y ver si el destino guarda allí algo para ti. ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puedo asegurarte que, si tengo oportunidad de volver, entraré en el castillo. Quizá tenga suerte y me encuentre con el espíritu de Vicino rondando por sus aposentos...eso sí, espero ser bien recibida!!!

      Eliminar
    2. Al abrigo de la noche y con la Luna de cómplice te diré que no me cabe la menor duda... ;)

      Eliminar
  2. ¡Qué bonito! Esto me lo apunto para el viaje a Italia. Yo también quiero pasear por ese bosque fantástico. Gracias por descubrirnos Bomarzo. Es un placer leerte :)

    ResponderEliminar
  3. ¡Muchas gracias Lola!
    Claro que tienes que ir!!! y te recomiendo, si no has leído el libro de M. Láinez, lo leas antes de tu partida. Seguro que te ocurrirá como a mí.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...